Es de sobra conocido que los medios de comunicación siempre han constituido un problema para aquellas sociedades represivas y con regímenes dictatoriales, e Internet, en tanto en cuanto es el medio con mayor alcance, no iba a ser una excepción.
Tanto es así que muchos de los buscadores más conocidos como Google, Microsoft o Yahoo! se han prestado a estas prácticas en China y dando como respuesta un simple “no encontrado” tratan de evitar que los internautas chinos, que ascienden a un total de 105 millones, accedan a páginas como la de la cadena BBC, la revista Time o el diario The New York Times.
Es evidente que el mercado chino es un bocado muy suculento para estas compañías y no conviene enemistarse con el Gobierno, pero a la larga esta serie de comportamientos pasa factura, tanto a dichas empresas como al factor credibilidad en Internet, ya muy cuestionado de por si.
Y es que es realmente lamentable e imperdonable que estas grandes empresas que trabajan en Internet y viven de él, red de redes donde todo el mundo tiene voz, se presten a este juego tan sucio y permitan que los gobernantes sigan decidiendo qué deben y qué no deben de saber los ciudadanos.
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