Trasladado a Internet, esta teoría supone la creación de nichos hiperespecializados que, tienen pocos visitantes y están dirigidos a un público muy concreto, pero que sumados en su conjunto consiguen un mayor tráfico de internautas que las páginas con mayor número de visitas.
Asimismo, la larga cola también ha influido en el comercio electrónico. Al reducirse los costes de almacenamiento y distribución las empresas pueden ofertar productos que antes no eran rentables. Un ejemplo de ello es la firma Amazon, donde entre el 25 y el 30 por ciento de sus ingresos proviene de la venta de libros que no se encuentra en la listas de superventas.
De este modo, se rompe con la regla del 80/20 o principio de Pareto, en la que se establece que el 20 por ciento de cualquier cosa producirá el 80 por ciento de los resultados. Ahora las minorías cuentan.
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